En el corazón de la fértil Pampa argentina se encuentra Venado Tuerto, una región famosa por sus vastas y productivas tierras de cultivo. Esta zona, situada en el suroeste de la provincia de Santa Fe, es un centro neurálgico para la producción de maíz, un cultivo que desempeña un papel fundamental en la economía argentina.
Aunque la región cuenta con un suelo fértil y lluvias oportunas que prometen altos rendimientos, la agricultura aquí no está exenta de desafíos. Los agricultores y contratistas deben lidiar con los precios fluctuantes del mercado, el aumento de los costos de las semillas y los fertilizantes, y la presión de cosechar de manera eficiente durante los breves períodos de buen tiempo. Esta es la historia de cómo un contratista agrícola local adoptó la agricultura de precisión y superó estos desafíos con la ayuda de la tecnología de dirección automática de FJDynamics.
Venado Tuerto: una importante zona productora de maíz en Argentina
Venado Tuerto forma parte de la húmeda Pampa argentina, una región famosa por sus ricos suelos, que crean un entorno ideal para el maíz. El maíz aquí suele cultivarse mediante un sistema de agricultura sin labranza, una práctica sostenible en la que la tierra no se ara después de la cosecha. En su lugar, las raíces restantes de los cultivos se dejan en el suelo y las nuevas semillas se plantan directamente en los residuos. Este método ayuda a mantener la salud del suelo y a prevenir la erosión.La región es famosa por un tipo de maíz único: el «maíz de mazorca roja». Se trata de un tipo de maíz especial de esta zona. Su color indica un alto contenido en caroteno, lo que lo hace perfecto para molerlo y convertirlo en harina de maíz o polenta. La «mazorca roja» hace referencia al color rojo intenso de la mazorca, una característica llamativa que la distingue del resto. La temporada de siembra de esta primera cosecha de maíz comienza en septiembre, cuando llega la primavera a Argentina, trayendo consigo temperaturas más cálidas perfectas para un nuevo ciclo de cultivo.

El reto de Daniel: eficiencia a gran escala
Como contratista agrícola, Daniel gestiona 3000 hectáreas de tierras de cultivo para un gran propietario agrícola. Esta granja abarca entre 20 000 y 30 000 hectáreas, en las que a menudo trabajan varias máquinas y trabajadores al mismo tiempo. Aunque solo gestiona una parte de estas tierras, Daniel necesitaba una forma de trabajar de manera eficiente y rápida en un plazo de tiempo muy ajustado.Su cultivo principal es el maíz, aunque puede rotar con otros cultivos como la soja y el trigo. El maíz de la temporada anterior ya se ha cosechado, y los tallos y raíces restantes son una imagen familiar mientras prepara la tierra para la próxima temporada de siembra. A pesar de las condiciones fértiles, el mero tamaño de la operación dificultaba las cosas.

Daniel y sus dos trabajadores a menudo se encontraban físicamente agotados por la conducción constante y precisa que requería plantar y proteger sus cultivos. Hace cuatro años, Daniel descubrió el kit de dirección automática FJD. Desde entonces lo ha estado utilizando para proteger el maíz, incluyendo la pulverización de fertilizantes y pesticidas.
Una solución sencilla para un gran problema
Cuando Daniel oyó hablar por primera vez del sistema de dirección automática FJD a través de su distribuidor local, Tecnosem, se sintió intrigado. La promesa de una dirección precisa y sin necesidad de utilizar las manos le pareció perfecta para su explotación a gran escala. Decidió probarlo en su viejo tractor Massey Ferguson 1195 S-2. Este tractor, un fiable caballo de batalla fabricado en Argentina con un motor Perkins, se transformó al instante.
Con el sistema de dirección automática FJD instalado, Daniel pudo alcanzar una precisión RTK de 2,5 cm, el tipo de precisión necesaria para tareas como la protección de cultivos y la fertilización. Ya no tenía que sujetar constantemente el volante. En cambio, podía centrarse en supervisar sus implementos, asegurándose de que funcionaran correctamente. Este simple cambio supuso una gran diferencia, ya que le liberó las manos y redujo drásticamente su cansancio físico.
Daniel y su equipo utilizan el kit de dirección automática FJD durante uno o dos meses al año, cubriendo unas 300 hectáreas. Pero incluso en ese breve periodo de tiempo, los beneficios han sido inmensos. En sus propias palabras, la precisión del sistema ha permitido a su equipo trabajar más horas y completar sus tareas con una precisión inigualable.
"Gracias a la precisión, ahora podemos trabajar muchas más horas y todo es muy preciso". Antes de utilizar el sistema de dirección automática de FJD, Daniel tenía que conducir el tractor manualmente, una tarea físicamente exigente que limitaba sus horas de trabajo. Ahora, con el tractor conduciendo solo en línea recta, puede liberar sus manos para supervisar su equipo y centrarse simplemente en el trabajo que tiene por delante. Esto no solo reduce el cansancio físico, sino que también hace que su trabajo sea mucho más eficiente, especialmente durante las largas jornadas en el campo.
Superando retos con apoyo local
La agricultura en Venado Tuerto, como en muchas zonas rurales, presenta algunos retos, entre ellos la falta de fiabilidad de las señales GPS en lugares remotos. Para combatir esto, Daniel instaló una estación base FJD T2 directamente en los campos. Esta estación base proporciona una señal estable y fiable, lo que garantiza que su sistema de dirección automática funcione perfectamente incluso en las partes más remotas de las tierras de cultivo." Llevamos 4 años utilizándola gracias a un servicio de Tecnosem. Nos mostraron el dispositivo, lo probamos y nos gustó, así que lo hemos estado utilizando hasta ahora " , afirma Daniel. Esto pone de relieve el valor del apoyo local. Como distribuidor de FJD en la zona, Technocent desempeñó un papel fundamental a la hora de presentar la tecnología a Daniel y ha seguido prestándole apoyo de forma continua.

Recientemente, Tecnosem, junto con un ingeniero de campo especializado de FJD, visitó el campo de Daniel para asegurarse de que su sistema estuviera completamente actualizado con el software más reciente antes de la nueva temporada de siembra. Probaron la estación base T2 en las condiciones de viento del campo, asegurándose de que funcionara perfectamente. Este compromiso con el servicio local in situ es lo que genera confianza y garantiza que los agricultores puedan confiar en la tecnología FJD cuando más lo necesitan.
Ventajas reales en los últimos 4 años
La historia de Daniel es un ejemplo perfecto de cómo la tecnología de agricultura de precisión puede transformar las operaciones agrícolas, independientemente de la antigüedad de los equipos. Al adoptar el sistema de dirección automática de FJD, pudo:- Aumentar la eficiencia: la capacidad de trabajar con una precisión RTK de 2,5 cm significa menos solapamientos, lo que ahorra combustible en las tareas de fumigación con fertilizantes.
- Reducir la fatiga: la dirección automática permite a Daniel y a sus trabajadores centrarse en otras tareas importantes, lo que hace que las largas jornadas en la cabina del tractor sean mucho menos agotadoras.
- Maximizar el potencial: el sistema FJD dio nueva vida a un tractor antiguo. Esto les permite aprovechar la tecnología moderna sin tener que comprar una máquina nueva.
Para Daniel, la decisión de utilizar el sistema de dirección automática FJD fue sencilla: se trataba de una inversión inteligente que se ha amortizado en los últimos cuatro años. Con el apoyo de Technocent y FJDynamics, está bien equipado para afrontar los retos de la agricultura moderna y sigue cosechando éxitos en las fértiles tierras de Venado Tuerto.