Situada en el corazón de España, Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma con una larga tradición agrícola. Aunque mucha gente piensa en sus famosos viñedos, que producen un vino excelente, o en los campos de flores moradas que nos dan el azafrán, hay otro cultivo aún más importante: el trigo. Es el cultivo más esencial y la columna vertebral de la economía de la región. Castilla-La Mancha es una de las principales zonas de España para este cultivo, junto con la uva, la aceituna y el ajo. De hecho, más de un tercio de toda la agricultura de la zona está relacionada con la producción de trigo.
Castilla-La Mancha comprende cinco provincias: Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. Cada provincia comparte el mismo nombre que su capital. Durante generaciones, los agricultores de Toledo se han dedicado al cultivo del trigo. Aunque se trata de un trabajo tradicional que requiere mucha habilidad y esfuerzo, el cultivo del trigo actual necesita algunas soluciones modernas.
Un reto común en la agricultura: el terreno irregular
La agricultura en Toledo no siempre es fácil. Aunque la provincia es conocida por sus amplios espacios abiertos, muchos campos tienen un terreno irregular con pendientes y desniveles. Esto dificulta mucho tareas sencillas, como la cosecha. Una cosechadora combinada necesita circular en línea recta para recoger todo el trigo, pero mantener una máquina tan grande en una trayectoria precisa sobre un terreno accidentado es increíblemente difícil.
Cuando una cosechadora no avanza en línea recta, se producen dos problemas importantes. En primer lugar, puede solaparse y pasar por una zona que ya ha cosechado. Esto supone una pérdida de tiempo, combustible y energía. En segundo lugar, puede dejar zonas sin cosechar, lo que obliga al agricultor a volver atrás y repetir el trabajo. Esto es frustrante e ineficaz.
Estos problemas son aún más comunes cuando los agricultores tienen que trabajar alrededor de obstáculos como postes eléctricos, sistemas de riego o pequeños almacenes. Para los agricultores, estos pequeños errores pueden acumularse rápidamente y provocar grandes pérdidas económicas.
Una solución moderna para un trabajo tradicional.
Aquí es donde entra en juego la tecnología inteligente de FJD, que ayuda a salvar la brecha entre las antiguas tradiciones agrícolas y la eficiencia del siglo XXI. Recientemente, un agricultor de Toledo utilizó el sistema de dirección automática FJD AT2 para acelerar la cosecha de trigo. Instaló el sistema AT2 en su cosechadora John Deere 2256, una máquina resistente muy popular en las explotaciones agrícolas españolas.Tras unos minutos de configuración, el sistema AT2 se encarga de la dirección y guía la cosechadora con una precisión asombrosa. Esto libera al agricultor para que pueda centrarse en otras tareas importantes, como comprobar la máquina o asegurarse de que los cultivos se recogen correctamente. ¡Incluso es un buen momento para ajustar la bandera nacional que ha colocado con orgullo en su cosechadora! La dirección automática del AT2 le proporciona más confianza y comodidad en el trabajo de cosecha.
Los resultados: un trabajo de dos días se completó en poco más de uno.
Los resultados de esta cosecha fueron sorprendentes. El agricultor observó una diferencia inmediata y considerable. En campos irregulares, el sistema AT2 condujo la cosechadora John Deere con gran precisión, evitando solapamientos y zonas sin cosechar. Incluso se movió con destreza alrededor de una pequeña estructura en el campo, asegurándose de que se cosechara cada parte del campo.El agricultor puede incluso utilizar la cámara con cable de FJDynamics, que le proporciona visión nocturna por infrarrojos para supervisar todo lo que ocurre alrededor del tractor cuando tiene que trabajar por la noche durante la ajetreada época de cosecha. Esto le ofrece imágenes fiables y nítidas que le ayudan en sus operaciones en condiciones de oscuridad, lo que garantiza una mayor seguridad en la conducción.
Lo más impresionante fue el aumento de la eficiencia. Un campo que antes tardaba dos días completos en cosecharse, ahora se completaba en poco más de un día. Eso supone un enorme ahorro de tiempo y esfuerzo. La eficiencia general del trabajo de cosecha aumentó entre un 25 % y un 40 %. Para el agricultor, este aumento significa que se puede hacer más trabajo en menos tiempo, lo que se traduce en una reducción de los costes de combustible y un gran aumento de los beneficios.
El agricultor quedó muy satisfecho con la precisión y la facilidad de uso del sistema FJD AT2. Le gustó especialmente lo bien que funcionaba la tecnología con su fiable cosechadora John Deere, lo que hacía que un trabajo duro resultara muy sencillo. Era un ejemplo perfecto de cómo la tecnología moderna puede mejorar, y no sustituir, las habilidades de un agricultor.
Una nueva era para la agricultura
El éxito cosechado en Toledo nos demuestra que la agricultura inteligente no es solo para grandes explotaciones industriales. Se trata de una solución útil y fácil de usar para agricultores de todo el mundo. El FJD AT2 es un dispositivo revolucionario que ayuda a los agricultores a ser más productivos y sostenibles. A medida que el mundo necesita más alimentos y la agricultura se vuelve más compleja, la tecnología de agricultura de precisión de FJD será un aliado esencial para los agricultores de todo el mundo, ayudándoles a construir un futuro más rentable y sostenible para sus explotaciones.¿Te interesan más casos de AT2? Lee más abajo:
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